Después de unas 12 horas de vuelo con escala en Kuala Lumpur por fin llegamos a Bali, en concreto a la “ciudad” de Denpasar. El vuelo se hace bastante cómodo en los aviones que hemos cogido, te dan de cenar y de desayunar, y la verdad, con lo cansados que estábamos hemos dormido un montón, yo más que la Rosa, con lo que a mí me cuesta dormir en los transportes.
Para venir a Indonesia no hace falta tramitar el visado con anterioridad, puedes hacerlo en la misma terminal de llegada del aeropuerto, eso sí, hay que pagar 25USD por cada visado. Nosotros como no teníamos ni un duro, ni en euros, ni dólares, ni rupias indias ni nada de nada tuvimos que liarla para que nos dejasen salir hasta la zona de recogida de maletas para poder conseguir efectivo. La sorpresa que me llevé cuando vi que había un Citibank en el mismo aeropuerto.
Estuvimos negociando con varios taxistas para que nos llevaran hasta Kuta, menos mal que el Alejandro “el boludo” ha estado aquí hace un par de semanas y nos ha ido diciendo precios razonables. Después de visitar varios Hoteles, nos quedamos con uno que no tenía aire acondicionado, pero sí piscina y nevera (Suji Bungalows).
Nos fuimos a pegar una ducha y luego a comer un poco y cuando nos vamos hacia la zona de la playa, resulta que hay millones de surfistas y otro montonaco de peña mirando a los surfistas o paseando o simplemente estando en la playa.
Kuta, para el que no haya estado aquí, es como Lloret de Mar o Benidorm, todo está pensado para sacarle la pasta al turista. Además que son como muy pesados, todos los comercios, y hay un montón, te invitan a hacerte un masaje, alquilar motos o coches, los taxistas te pitan para que subas, los restaurantes te llaman para que entres, la gente te intenta vender de todo y a todo momento. Aunque te vean ignorando a 6 personas intentándote alquilar una moto, ellos no se dan por aludidos, te lo repiten otra vez por si no te ha quedado claro. Esto lo digo así de ácido porque lo estoy escribiendo ahora que nos acabamos de subir a un Ferry para cambiar de isla y llevo en Bali una semana y ay me los conozco bien a esta gente.
Ya en la playa nos dimos cuenta que aquí el sol se pone súper pronto, a las 6 y media más o menos se baja el sol y a tomar por culo el día. Así que ya oscuro terminamos nuestro paseo por la playa de Kuta y nos volvimos para el Hotel, estábamos cansados del viaje y también nos teníamos que acostumbrar al nuevo horario (2,5 horas más que en India).
Queríamos alquilar una moto para poder recorrer la isla, así que hablé con los del Hotel y ellos mismo hicieron venir a un tío de estos para negociar. El precio era un poco más alto que en la calle, pero nos daba más seguridad que estuviese el hotel de por medio así que le pedí la moto por cuatro días y con seguro, porsiaca. El que me conozca, sabe, que yo a las motos les he tenido siempre bastante respeto (miedo, Dani, di miedo que no pasa nada, todo el mundo le tiene miedo a algo), pero bueno, nunca está de más aprender a utilizarlas, así que mientras la Rosa estaba en la cama medio malucha, me dispuse a dar mi primera vuelta en moto.
Os voy a decir que una hora y media más tarde estaba en la comisaría de policía. Si Rossi hubiera empezado así, no hubiera llegado tan lejos, seguro. Bueno la cosa fue que yo al arrancarla tiré marcha atrás y cuando le di gas por primera vez, se me engancho, no lo solté y me di con una furgoneta que había aparcada en el parking del hotel. Le hice un rasguño en el parachoques delantero. Eso en el Hall del hotel, que apurón por dios, pero yo tranquilo porque tenía seguro.
Resulta que la furgo era del hotel, le digo que no pasa nada que tengo seguro y que llame al del alquiler de las motos. Cuando el tío viene, me dice que el seguro es para la propia moto no para los demás coches. Teníais que haberme visto como me puse, pensé que me estaba timando y yo le decía que no podía ser hasta que al final le digo que llame a la policía y él me dice que la policía no va a venir hasta el hotel, que tenemos que ir nosotros, así que ni corto ni perezoso, me subo con él en la moto y nos vamos hacia el cuartelillo de la polisia.
En el cuartel el tío le cuenta la historia como a catorce policías hasta que el jefe supremo, el único que iba de paisano, aparece, le cuenta otra vez la historia, se ríen un poco, yo les digo que qué pasa que no me entero que lo digan en inglés y al final él me dice que las normas en Indonesia son así que el seguro es para el propio vehículo y no para los demás y que le tengo que pagar unos 35€ al dueño del otro coche. Yo por supuesto no me lo creo y les digo que quiero hablar con la embajada de mi país. Los muy hijos de puta se partieron otra vez el culo cuando les dije que era de España (os juro que nunca me había salido una vena tan patriótica) ahí me cabreé un montón y les pregunté “Qué pasa con España, eh, eh, eh?” hasta el poli se corto y puso un poco de orden. La embajada estaba en otra isla así que llamó al consulado de España en Bali y ellos les dijeron que no tenían competencias en el asunto así que llamara a la embajada, pero me dijo que llamara yo porque eso era una llamada no local y que ellos no podían hacerlo. Yo que no tengo teléfono no pude así que me dijo que si no se arreglaban las cosas por las buenas, iban a tener que avisar a la policía de tráfico y que entonces sí que iba a tener problemas.
Como no quería más problemas y ya veía que aquí las cosas no funcionan como en el primer mundo, acepté pagarle al dueño y así finalizar el problema.
Ese día ya no hicimos gran cosa porque llegué al hotel que sería la una del mediodía, le explique la historia a la Rosa (la pobre flipaba) nos fuimos a comer y a pasear por la playa. Ya de noche, de vuelta al hotel nos paramos en un puesto de los que alquilan motos y coches y le preguntamos precio, el hombre fue súper majo con nosotros y nos dio una moto esa misma noche para utilizarla durante unos días. Ya era tarde y estábamos cansados así que la Rosa la llevó hasta el hotel y nos fuimos a la piscina y a dormir, mañana será otro día.
Al día siguiente nos levantamos temprano y primero la Rosa y luego yo nos fuimos a dar unas vueltas por los alrededores con la moto. La Rosa no lo veía muy claro llevarme de paquete y yo menos así que ya que la teníamos alquilada me fui unas cuantas horas por el pueblo a dar vueltas con la moto. No os voy a decir que sea un máster pero, aprender con el tráfico de Bali a conducir motos y por la izquierda es signo de que le voy pillando el truquillo. ¡Cuando llegue a bcn te voy a quitar la moto papa!
Como lo de las motos no es lo nuestro, lo único que nos quedaba por hacer era alquilar un coche. Bastante más caro pero bueno es lo que hay. Cómo echo de menos a mi Ibiza.
Nuestra primera excursión en coche era hacía Ubud, un pueblo en el interior de las isla del que todo el mundo habla bastante bien. Las carreteras aquí no son una maravilla, junto a que era domingo y había un montón de coches y que el coche que me habían alquilado era una mierda, hicieron que tardáramos mucho en llegar. La Rosa no se encontraba muy bien así que nos dimos media vuelta y para el hotel.
De camino para el hotel se me ocurrió que ir viajando así cada día podía ser un infierno así que decidimos hacer el check out del hotel al día siguiente y movernos con el coche y las maletas por la isla, pero eso lo contaré en el siguiente post, que este me está quedando muy largo.
Madre mía tocayo, que movida con los vehículos a motor, tienes para un guión de bollywood eh? jjeje ¡¡¡Pasaos a la bici que además es más ecológico!!!!
ResponderEliminarY a ti Rosa que te pasa??!!! que siempre acabas malucha!!
Bueno chicos seguid disfrutando.
Un abrazo!
Madre mía Dani no te puedes imaginar lo que me he reído con tu aventurilla, ya sé que a tí no te haría gracia pero leído me parecías un monólogo del Buenafuente. Rosa espero que te encuentres mejor, cuidaros mucho y un beso muy fuerte,
ResponderEliminarPili
Genial las fotos y vídeos! Espero que os encontréis bien, alládonde estéis!
ResponderEliminarBesos
Laura
Mira tronko, esto es una mierda de blog y voy a dejar de leerlo, uy, perdonad chicos, pero no era yo el que estaba escribiendo, era mi subconsciente influenciado por la envidia,
ResponderEliminarno, no, por la envidia sana no...por la más cochina de las envidias, jajajaja
Joder, no sé si conscientes, pero creo que todos los que os leemos nos morimos de envidia, y encima dice el tio que mola lo de no trabajar, será c....
Eso sí, nos echamos unas risas, que como dices tu, es de lo que se trata.
Bueno, fuera de coñas, que me alegro un huevo de que os lo esteis pasando tan bien de que sigais conociendo sitios y de que sigais conociendo gente tan maja, igual es porque vosotros tambien lo sois, jajajaja
Por cierto, en cuanto podais, apretaros un buen cocidito madrileño, joer, que os estais quedando en el chásis...
Rober
Jajjajjaja, buenísimo...
ResponderEliminar